La sensación del emperador con su nuevo traje es análoga a la de cientos de miles de usuarios con las nuevas tecnologías, su uso y su gestión. Nos hacen percibir no sólo que navegamos y conectamos bien tapados y cubiertos sino que lo hacemos causando admiración y envidia en torno a nosotros.
Del modo en que aprovecha la marejada un surfista, es buena la ocasión de la polémica en torno a filtraciones de datos personales y, supuestamente, confidenciales.
Las campañas electorales son el mejor prisma para proyectar las tremendas carencias, negligencias, sobre las cuales estamos ingenuamente descansando. Cuando no ha sido el pasado de algún personaje y sus afiliaciones más furibundas y controvertidas, son los datos económicos del personal. Ah, eso sí. Según el nivel del protagonista y cuánto grite más se «sensibiliza» la opinión pública. Si no, a callar y que pasé pronto.
Ya, ya… que está bien que saquen las interioridades de más de un personaje público que presumen y ha venido fomentando las mismas prácticas. Qué le den de su propia medicina… ¡Esta es nuestra pobreza humana! Sentirnos satisfechos porque la «víctima» ha sido «quién se lo merece».
Para aquellos que, por primera vez, se puedan estar «desayunando» con estos temas, y/o le resulten novedosos, comentarles que ya hace más de un año en varios medios se podía leer que un 70% de las organizaciones (que no sólo empresas) incumplían la LOPD. Como diría un antaño famoso locutor ¡OJO al dato! Estamos hablando de una ley OBLIGATORIA. ¿Se imaginan si nuestros datos fueran impuestos? ¿Se permitiría tal negligencia?
Un simple dato personal dejado aquí o allá parece intranscendente. Como un cabello caido. Pero en aras a la seguridad «nacional», ante el empuje del terrorismo internacional, se nos están colando de tapadillo en los medios noticias de este calado: Herramienta para establecer perfiles. ¿Quién nos garantiza que los perfiles «no sospechosos» desaparecerán? La herramienta hay que «amortizarla»… ¿Qué controles se van a ejercer? ¿Quién pone el cascabel?
Otro ejemplo que ya, puede, se nos empiece a olvidar (sino es que ha pasado inadvertido): venta de datos sanitarios de los pacientes. ¿Qué te ponen pegas para hacerte el seguro del coche? ¿Qué te han subido las primas más que al vecino?
¿Otro más que afectaría a tu negocio?. Aquí tienes: posición dominante, competencia desleal.
Un último, que, además de verdad, nos lo están rebozando y silenciando de forma altamente preocupante: El Tratado de LIBRE Comercio entre UE y USA. Si se informan sobre el tema, parece que la palabra LIBRE sólo sirve para figurar y «disipar» recelos. Y por lo visto hasta ahora, tan transparente como un agujero negro y tan visible como la cara oculta de la luna. Y, según dicen, hay que estar muy atento a su evolución.
Y a nada que sepan manejarse con cualquier buscador, encontrarán varios más.
Pasado mañana, cuando ya nadie hable en los medios de ello, tú y yo, inopinadamente, seremos las victimas (si no lo somos ya). Y cuando vayas a solicitar un crédito, un préstamo, y te pidan hasta los carnés de la biblioteca, no te extrañe. Porque es lo visto estos días en la cresta de la ola, la espuma rompiente de la misma. Pero un tsunami generalmente no aflora hasta que arriba a la orilla y para entonces, generalmente, poco margen de maniobra existe.
Y lo mismo nos ocurre con lo descuidadamente que usamos todas las herramientas (móviles, tabletas, ordenadores, etc) para circular por la Red. No lo vemos, no existe. Y, peor aún, tenemos la percepción del emperador con su nuevo traje. O sea, nunca mejor dicho, ¡¡VIVIMOS DE FÁBULA!! 😀
Enlaces recomendados:
- Instituto Nacional de Ciberseguridad: https://www.incibe.es/
- Agencia Española de Protección de Datos: http://www.agpd.es
- Directiva Europea sobre Protección de los datos personales: http://europa.eu/legislation_summaries/information_society/data_protection/l14012_es.htm
